viernes

Sorry

Sé que pedir disculpas, muchas veces es solo una manera de buscar no sentirnos tan mal con nosotros mismos. No lo hacemos por el dolor que causamos, sino por el dolor que nos causamos. Sin embargo, por la razón que sea, te debo una disculpa.

Sucedió hace un par de años o algo más. Yo estaba solo y tu sola. Salimos, nos besamos, estuvimos y terminamos. Pero, ¿terminamos?

Sé que estuve mal, tal vez siempre supe que estaba mal. Mentir. Darte alas. Mentir. Besarte con los ojos abiertos. Decirte cosas al oído que a la hora no recordaría. Quererte pero no lo suficiente. Recibir mucho más de lo que di.

Sinceramente fui egoísta. No fuiste tú. Nunca fuiste tú. Nunca me dormí con tu nombre besando mi boca, ni me desperté pensando en tus amaneceres, ni en tus ocasos, ni tus noches.

Sé que ya no puedo hacer nada. Sé que lo jodido, jodido está. Sé que te defraudé. Sé que fui un cobarde.

A la distancia de esos hechos, veo lo terriblemente cruel, dañino y escoria que fui. Lo admito, eras mucha mujer para mí. Lo siento.