lunes

S O L O

Sentirse solo es peor, incluso, que la soledad misma. En principio, estar solo no implica necesariamente la sensación de soledad. De la misma manera que estar rodeado de gente no implica necesariamente sentirse acompañado.

Sentirse solo es caminar demasiado para avanzar muy poco. Es abandonar tu propia sombra. Es esquivar gente que ni te mira, que ni te piensa mirar.

Sí. La soledad te termina traicionando. Finge ser tu aliada, tu compañera. Finge al hacerte sentir tranquilo y libre. Te miente al decirte que estarás bien. El futuro en soledad no existe.

Al principio todo está bien, incluso piensas tener todas las repuestas. Es una maldita droga. Te nublas. Sí. Al principio la soledad es deliciosa, es como una fruta dulce y madura. Pero luego de un tiempo, como todas las frutas, se empieza a podrir.

Existen personas que no pueden estar solas, que no resisten la sola idea y siempre encuentran la forma de huir de sí mismos. Existimos quienes nos gusta elegir estar solos. Pero solo cuando podemos elegirlo. De un tiempo a esta parte creo que perdí esa capacidad de elección y es eso lo que duele.

Estos años fueron suficientes aunque no soy yo quien debe decidirlo.

No se trata de buscar. Se trata de encontrar. Y no se trata de diversión. Tampoco de amor. Mucho menos de sexo. Es algo mucho más primario, es necesidad de compartir.

Si tengo que seguir pagando la factura la seguiré pagando.

Mis actos pasados deben tener una consecuencia y no me quejo ni reclamo. Cometí muchos errores hace tiempo y lo asumo sin pomposidad.

Sí.
Me siento solo.
Hace varias semanas que me siento así.

2 comentarios:

Alexandra dijo...

Chócatelas. Pero yo no sé que factura estoy pagando.

Daniel dijo...

lo terrible es que yo creo que sí se que pago