Renato es el nuevo Kevin Arnold. Solo que treintañero y periodista. Pero con la misma capacidad de enternecer, entretener y generar nostalgia y empatía. Con la misma simpatía y ansiedad con que antes se veían los capítulos de los Años Maravillosos, hoy los cibernautas devoran los post de Cisneros. Todos esperamos años para saber si Kevin se quedaba con Winnie Cooper, hoy todos leen para saber si Renato encontrará novia.
Él alega, apelando a esa humildad extremadamente diplomática, que es el tema lo que hace que centenas de hombres y mujeres le dejen comentarios, desde los más simpáticos hasta los más estridentes. Pero estoy seguro que siente que ha anotado un golazo. Tal vez voluntariamente o no, pero el haber creado el personaje de su blog lo ha puesto en la mirada pública.
Es verdad, las personas tenemos cierta fijación obscena por saber del resto. Más aún si se trata de algo personal e íntimo. Ese escarnio de la vida del otro es un deporte no oficial que todos sabemos jugar.
Algo a tomar en cuenta es que es el mismo Renato quien desnuda sus fobias y derrotas. Es él quien cuenta cuantas veces y de qué maneras lo han choteado. Eso es lo que atrapa y llama. Sí. Pero no solo eso. Lo que más cautiva, a mi parecer, es la capacidad que tiene Renato de contar algo que nos puede haber pasado también a nosotros. La desmitificación de la persona pública siempre es deliciosa, sobretodo cuando la comparamos con nosotros.
¿Es Renato un buen escritor? Sí, creo que lo es. ¿Sabe contar historias? Indudablemente, sus crónicas lo demuestran. Inclusive, Renato ha tenido columnas notables en la pasada edición web de El Comercio, solo que la gente no lo notaba por el diseño mismo de la anterior web. Cisneros lleva la literatura en el ADN y eso lo demuestran sus libros de poesía.
Él alega, apelando a esa humildad extremadamente diplomática, que es el tema lo que hace que centenas de hombres y mujeres le dejen comentarios, desde los más simpáticos hasta los más estridentes. Pero estoy seguro que siente que ha anotado un golazo. Tal vez voluntariamente o no, pero el haber creado el personaje de su blog lo ha puesto en la mirada pública.
Es verdad, las personas tenemos cierta fijación obscena por saber del resto. Más aún si se trata de algo personal e íntimo. Ese escarnio de la vida del otro es un deporte no oficial que todos sabemos jugar.
Algo a tomar en cuenta es que es el mismo Renato quien desnuda sus fobias y derrotas. Es él quien cuenta cuantas veces y de qué maneras lo han choteado. Eso es lo que atrapa y llama. Sí. Pero no solo eso. Lo que más cautiva, a mi parecer, es la capacidad que tiene Renato de contar algo que nos puede haber pasado también a nosotros. La desmitificación de la persona pública siempre es deliciosa, sobretodo cuando la comparamos con nosotros.
¿Es Renato un buen escritor? Sí, creo que lo es. ¿Sabe contar historias? Indudablemente, sus crónicas lo demuestran. Inclusive, Renato ha tenido columnas notables en la pasada edición web de El Comercio, solo que la gente no lo notaba por el diseño mismo de la anterior web. Cisneros lleva la literatura en el ADN y eso lo demuestran sus libros de poesía.
Pero al margen de lo bien escritas que pueden estar sus columnas, Renato es un excelente conocedor de su público. Sabe de qué pie cojeamos y lo aprovecha. Por eso que su blog puede ser comparado a las columnas de Helen Fielding (la autora del Diario de Britget Jones) en la prensa británica. En este caso las semejanzas no son coincidencia. La edad, el tema, los miedos, las indecisiones, las derrotas y las aspiraciones coinciden perfectamente.
Tanto Renato como Helen Filding o, incluso, como Candace Bushnell (escritora de Sex and the city) han sabido explotar su privacidad o inventarse una más entretenida. El éxito se debe en parte considerable al streep tease emocional que hacen.
Desnudarse siempre llama la atención.
Tanto Renato como Helen Filding o, incluso, como Candace Bushnell (escritora de Sex and the city) han sabido explotar su privacidad o inventarse una más entretenida. El éxito se debe en parte considerable al streep tease emocional que hacen.
Desnudarse siempre llama la atención.