lunes

De Noche

Vivo más de noche que de día. Gracias a mi horario de actividades, mi reloj biológico está casi siempre equivocado y tengo sueño cuando debería estar despierto y estoy despierto cuando debería dormir. Me gusta la oscuridad y el silencio que nacen a medida que avanzan las horas

Me atrae y me relaja saberme consciente cuando el resto no lo está. Me gusta caminar por las calles vacías, más ahora con el frío del invierno. Me gusta moverme con sigilo procurando no perturbar la noche. Incluso, disfruto ver el espectáculo de la otra Lima, de la que se viste de puta coqueta, de la que huele a licor y vive mareada.

Incluso dentro de mi casa me gusta saberme despierto cuando el resto duerme. La sensación de complicidad solitaria, de vivir a deshora, de ver, escuchar y hablar, cuando el resto no puede, me hace sentir bien.

Estoy en constante evaluación de mi vida (cosa no muy recomendable) y estoy seguro que disfruto mucho más cuando me agazapo de una canción en medio del silencio de calles y calles. La disfruto cuando huelo llegar el nuevo día, cuando me siento solo sin estarlo.

Vivo más de noche porque me gusta el anonimato, porque me reconfortan las sombras, las estrellas y el cielo nefasto. Porque escucho mejor mis pensamientos y puedo hablar seriamente conmigo mismo.

Vivo de noche porque la realidad cambia, porque la gente cambia, porque la vida y la muerte parecen sacarse la vuelta.